lunes, 26 de mayo de 2014

Crítica de 'Godzilla'. El miedo a sacar a la bestia.


Dirigida por: Gareth Edwardsr Intérpretes: Bryan Craston, Aaron Taylor-Johnson, Elisabeth Olsen  País: EE.UU.  Duración: 120 min Género: Acción

Valoración: 3 / 5
"¡Qué salga Godzilla! ¡Qué salga Godzilla!", debe de gritar más de uno mientras ve la película de Gareth Edwards, la nueva revisión del clásico japonés después de la horrorosa y decepcionante versión de Roland Emmerich. La presente la mejora en todo, una cinta bastante sólida y que nos regala un Godzilla que pasará a la historia por su carácter, por sus rugidos y por lo increíblemente bien que está hecho.

Pero el problema no es que tarde mucho en aparecer, porque lo hace relativamente pronto, sino que hasta que no llegamos al clímax final, solo aparece en forma de exhibición, se muestra, ruge, se mueve, pero cuando llega el momento de la acción, la escena se corta para pasar al siguiente acto. Una vez quitada nuestra cara de tontos, solo te queda ver las consecuencias de sus acciones a través de telediarios, segundas personas o mecánicas por el estilo. Una y otra vez, un coitus interruptus en toda regla.


Entre medias, la historia se vuelve lo más típica posible con Ford Brody, un soldado que debe viajar a Japón y abandonar a su familia una vez más. Interpretado por un soso Aaron Taylor-Johnson (miedo me da su papel de Mercurio en 'Los Vengadores: la Era de Ultrón', no da la talla para aguantar todo el peso a sus espaldas, cayendo en picado el interés por la película cuando aparece en pantalla, solo salvada por el genial Godzilla.

El único personaje que merece la pena es el de Joe, con un buen Bryan Cranston dándole vida, con el que empatizas, al menos algo, pero su participación acaba bastante pronto. Su personaje es un burdo intento de incluir un drama familiar a la cinta, pero resulta fallido y erróneo y lo único que consigue es ralentizar el ritmo de la película y retrasar la aparición de Godzilla.


El resto de personajes son completamente de relleno e innecesarios. El guión parece que está escrito como excusa para poder hacer una película del popular mostruo. El Dr. Ishiro, que parecía que iba a aportar la visión científica del asunto, solo se dedica a hablarnos de consecuencias o de la confianza que debemos depositar en Godzilla para salvar nuestro mundo mientras el plano se acerca hasta su cara al más puro estilo telenovela. Sencillamente, Godzilla es el personaje más complejo y humana de todos los que infectan la película.


El Godzilla de Edwards entretiene en su clímax a lo Juicio Final, aunque la película podría ganar el premio por ser en la que menos cosas suceden durante los dos primeros tercios de la cinta. Carece de una historia magnética, es un paquete sin producto. Cuando deja de lado el drama familiar y se centra en los típicos soldados americanos en la típica historia de destrucción, la atípica bestia resurge de sus cenizas para regalarnos un atípico final que deja al espectador con buen sabor boca. Como tomarse un caramelo tras una tos fuerte.

Lo mejor: una convencional historia militar y el GODZILLA
Lo peor: lo que se tarda en aprovechar a la mejor bestia hecha hasta la fecha.